sábado, 28 de diciembre de 2013

Para qué sirven las despedidas



Julio Cortázar escribió una serie de interminables poemas para una mujer llamada Cris. Parecería que nunca terminaba de despedirse de la tal Cris. Es así como escribió "Cinco poemas para Cris" "Otros cinco poemas para Cris" y "Últimos cinco poemas para Cris".
Romeo y Julieta se dijeron mil veces buenas noches. "Mil veces peor, pues falta tu luz".
Jorge Luis Borges escribió más de un poema sobre las despedidas. En este momento, me acuerdo de uno que dice: Entre mi amor y yo han de levantarse
               trescientas noches como trescientas paredes
               y el mar será una magia entre nosotros.


Coldplay escribió una canción: We never change, do we? que para mi habla de una despedida. Hay cosas que nunca cambian. Una de esas, es que nunca dejamos de despedirnos. Así como dice John Mayer, en All we ever do is say goodbye. Hay otras frases de adioses que ahora no me acuerdo.


Sabina dice "Para decir adiós condios a los dos nos sobran los motivos". Hay quinientas mil canciones más. No sé a que quería llegar con esto. Las despedidas siempre me hacen perder algo. Después ando algunos días desorientada y siento que tengo que recuperar algo que dejé en algún lugar donde no recuerdo. Pasada la vaga sensación de pérdida, después otra cosa aparece. Pero por favor, que no aparezca.
Siempre hay algo de egoísta en una despedida. Como si una pequeña parte de nosotros se regocijara en creer que lo que pierde el otro es algo que nos llevamos nosotros. Y quizás es así, y capaz que por eso Benedetti termina una poesía diciendo:
"...gracias a vos he descubierto,
que el amor es una bahía linda y generosa,
que se ilumina y se oscurece,
según venga la vida,
una bahía donde los barcos llegan y se van,
llegan con pájaros y augurios,
y se van con sirenas y nubarrones.
Una bahía linda y generosa,
Donde los barcos llegan y se van.
Pero vos,
Por favor,
No te vayas."



domingo, 15 de diciembre de 2013

¡No es cierto que me fui!

A veces me pasa que me acuerdo de pedacitos de canciones, o de poesías, o de películas. Y paso semanas buscándolos, pensádolos. Pero a veces me olvido donde los escuché, o los leí o los ví y es una sensación un poco molesta. En el momento en que no estoy pensándolos, el recuerdo me vuelve, como ahora con dos pedacitos de letras que estuve buscando por días.
Quiero ponerlos aquí... no vaya a ser que los pierda otra vez.






Pedacito 1 - de la canción de Luis Alberto Spinetta, "Sin Fin"


Alguna vez, querida mía te pregunté, por un rayo que viste en la avenida.
Hoy ví uno igual, aunque es mejor... y presiento que el tiempo nos mira.
Acércate, sin acercarte, como un puente que salte la distancia.
Y al esperar, cuando ya no estás... nena veo que me cae el mundo a mí.

Desanda el día, para encontrarnos. Pregúntate, por las luces que viste en la avenida. Y no sé si al entender,
encierro tu alma, con mi dulce atención eterna.
Preparate, que el anochecer, se hace aliado de todas, todas nuestras heridas.
Descálzate ya, con tu soledad...
y que las horas no atrapen
tus alegrías,

que han de seguir,
como la vida.
Y al esperar,
cuando ya no estás...
nena veo que,
me cae el mundo a mí...
y es que además,
te agarraste el sol...
y no sé si al entender,
me libro del cielo,
y de aquella canción sin fin...



Pedacito 2 - del libro de Leo Buscaglia, "Vivir, amar y aprender" (página 18)
 ¿Recuerdan a Medea, la de la tragedia griega? En esa notable obra, cuando todo se ha perdido el oráculo le pregunta: "Medea, todo ha sido destruido, ha desaparecido todo, ¿qué es lo que queda?" Y ella responde: "Quedo yo."


N. del A: Frente a todos los pronósticos de catástrofe, este blog continúa. Igual que yo.



jueves, 26 de septiembre de 2013

Eterna reincidente

Ése es el error que se comete muchas veces: el de creer que hay cosas que son de una vez y para siempre. NO EXISTE. La casa se vuelve a ensuciar, el pelo vuelve a salir. La gente deja de quererse. O se vuelve a encontrar. Un día me levanto dada vuelta, a la tarde empieza a mejorar. A la noche duermo mal de nuevo, doy cuatroscientas veinticinco vueltas en la cama. Duermo una hora. Voy al trabajo por la propiedad física de la inercia. Escucho las mismas cosas, o eso me parece a mí, porque si así fuera yo misma me estaría contradiciendo con el propósito de esta nota. Hay días - la mayor parte-  que tengo un humor tan, tan lindo que me parece que me llevo el mundo conmigo. Que todos los días voy a estar así. Ni por delante, ni por detrás, conmigo. Voy ahí, unida y salto, me hundo, vuelvo a salir, me sumerjo.
A la siesta. intenté recuperar las horas de sueño no dormidas, y me desperté tres horas después con un dolor en el pecho bien conocido por mí. Es como esa cosita que rasguña. La mala gana. No la mala hora de García Márquez, la mala gana... esas ganas de seguir durmiendo y que se joda el mundo.
Después me rescaté pensando una canción. Y así estoy. Nada es de una vez y para siempre, sigo reinventando.





viernes, 20 de septiembre de 2013

El regreso de chico equivocado




Hace  ya tiempo que Chico Equivocado se llevó sus acordes y sus rulos enarbolados a la ciudad de las diagonales.



A veces vuelve, y se acuerda de mí. 



A veces vuelve, y me acuerdo de él.




Los dos sonreímos por lo que fuimos, y cruzamos las calles en una repentina ola polar en pleno Septiembre.





Nos parece que el tiempo pasa, y que pasa rápido.

Nos parece que cambiamos, y la verdad que es así.

Nos decimos las cosas que se dicen

Antes de que llegue la hora de irse, otra vez, nos abrazamos

No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su
viaje, a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más alto,
nos arranca gemidos y quejidos, voces de dolor, aunque sea
jubiloso dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de raro, porque
nacer es una alegría que duele.

Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo,
que rompiéndonos nos junta y
perdiéndonos nos encuentra
y acabándonos nos empieza.
Pequeña
muerte, la llaman; pero grande ,
muy grande ha de ser,
si matándonos nos nace.

                                               Eduardo Galeano


martes, 10 de septiembre de 2013

Temores nocturnos


"Uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz; sino haciendo consciente su propia oscuridad"

                                    Carl G. Jung


Ernie Deadly Night por Benjamin Lacombe



Mi casita donde me mudé hace poco, la quiero y la amo. Yo misma pinté el placard, colgué los cuadros, puse imanes en la heladera. Vinieron a visitarme amigos, gente que quiero. Siempre comentamos con Evaristo lo bien que se siente aquí.

Y ahora, otra vez este ánimo persecuta. Dormir. No podía dormir. Hay un ruido de la heladera que me aqueja – cada vez que arranca, cada 15 minutos – hay un malestar que me desgana. No sé si será mío, será del ambiente, o será la curiosa entropía que me designa un caos donde menos lo necesito: mi propia casa.
Siempre sentí cosas, desde chica. Soy muy perceptiva a los ambientes, a los cambios de clima. Para mí siempre fue un misterio la noche, y mi tía me contaba que me pasaba mirando por la ventana desde las siete de la tarde para entender como sucedía el cambio. 

Hace dos días, la luna se cruzó con Venus. Fue algo hermoso. Tuve un fin de semana de sueño, vi gente que quiero. Pero a la noche… siempre estoy tonta y asustadiza. Cualquier ruido me sobresalta, cualquier asomo de dormirme me vuelve a despertar. ¿Qué será? Seré yo, ¿será algo? Siempre hay un poco de masoquismo en ponerse a pensar estupideces a la noche… que entre alguien, o algo. Que me arrebate algo mío.



La Luna y Venus, dom. 08-08-13.

Siempre leí cuentos de Cortázar, donde lo irreal irrumpe en escena. Cucarachas en la comida, casas tomadas… vampirismo. Gente que se come el alma. No quiero tener miedo y eso me hace tener miedo. Es como Constantine, con Keanu Reeves, no es que vea demonios pero sé que la vida está llena de ellos. Simbólicamente, o materializados alguna vez… allí están.


Emulando a Herman Hesse en Demian, la vida es la conjunción de todo, lo sagrado y lo profano, Dios y Diablo, todo junto, es todo el combo. Percibimos la bondad porque sabemos que también hay maldad. Y día a día, tomamos decisiones, que nunca están libradas al azar.

Hoy escuché esta fantástica canción de Charly García (pego el audio abajo para quien quiera escucharla), que rezaba un párrafo que dejo guardado en mí:



Nace una flor, todos los días sale el sol
de vez en cuando escuchas aquella voz.
Cómo de pan, gustosa de cantar, en los aleros de mi mente con las chicharras.
Pero a la vez existe un transformador
que te consume lo mejor que tenés
te tira atrás, te pide más y más
y llega un punto en que no querés.


Mama la libertad, siempre la llevarás
dentro del corazón
te pueden corromper
te puedes olvidar
pero ella siempre está.



Según Clarissa Pinkola Estés, las mujeres sueñan a veces con el hombre oscuro de los sueños de las mujeres. Algún tipo de arquetipo del inconsciente colectivo. No queremos que nos arrebaten nuestros sueños y nuestra libertad. Pero hoy escuché la canción que dice que ella siempre está. La libertad de elegir. Sigo con mis fantasmas nocturnos. Pero también está ella. Y eso es un alivio. Quizás esta noche, antes de apagar la luz, la piense. Y me de un calorcito en el corazón. Que me abrigue hasta que salga el sol.

Imagen del blog de María


domingo, 25 de agosto de 2013

Now you see me - 2013



Now you see me" es el nombre de la última película que fui a ver al cine con la que realmente quedé satisfecha. Después de la decepción de Antes de medianoche, y de la imposiblidad de ver una película de miedo como El Conjuro -que me dijeron que está muy buena - debido a mi rechazo patológico a este tipo de películas, debo decir que esta última llenó mis expectativas.


Nada es lo que parece cuenta la historia de cuatro chicos, eminencias en el ámbito de la magia que se hacen llamar los cuatro jinetes ( formado por Jesse Eisenberg,Woody Harrelson, Isla Fisher y Dave Franco). Su misión consiste en emprender trucos de ilusionismo que llevan a cabo delante de grandes audiencias, con el fin de robar a empresas corruptas cantidades millonarias. Así es como obviamente terminan implicados en casos de robos que quedan a cargo del FBI, donde entran en el juego el policía a cargo del caso y su compañera rubia. He de decir que los papeles de los agentes de policía, protagonizados por Dylan (Mark Ruffalo) y Alma (Melanie Laurent), son de los personajes más interesantes de la película. Alma le añade el toque de misticismo femenino a una película cuya temática principal es la magia, el creer o no creer, el seguir adelante con otras herramientas más allá de la lógica. Esta dupla encarna, al principio de la película, la división entre el conocimiento racional/lógico (Dylan), y la Fe y la intuición por el otro lado (Alma).


Los cuatro jinetes son magos profesionales entrenados para hacer trucos increíbles, pero del otro lado siempre hay alguien dispuesto a desenmascararlos. Este papel está a cargo de Morgan Freeman, quien encarna a Thaddeus Bradley, un hombre que se dedica a descubrir como se llevan a cabo los trucos de magia para ganar sumas siderales. Con el FBI, la Interpol y este deshace trucos atrás de ellos, los cuatro jinetes deberán enfrentar muchas pruebas a su paso.


Es una de las mejores películas que vi en el cine este año, más allá de los efectos especiales, es multifacética en tanto mezcla muchos géneros en una sola película, las actuaciones son impecables y el final te deja con la boca abierta.
El punto fuerte de esta película es, a mi criterio, que induce a reflexiones relacionadas al ámbito de lo desconocido, de la necesidad de encontrar una explicación a las cosas. Nos muestra que con sólo creer (con la realización del llamado "acto de fe") puede modificarse el curso de una historia.



viernes, 16 de agosto de 2013

Siempre que quiero tirar algo, descubro que todavía sirve


Siempre que quiero tirar algo, descubro que todavía sirve. Me parece al principio que nada puede hacerse con eso y me resulta inútil, pero eventualmente, termino descubriéndole algún uso. Y aunque Felipe de Mafalda diga que "todo sirve para algo, pero nada sirve para todo", abogo por convertir lo aparentemente inservible en algo útil.


Siempre, desde chiquita me gustó hacer collages. El collage es una técnica artística que consiste en ensamblar elementos diversos en un todo unificado. Y en definitiva, vamos haciendo eso todo el tiempo. Una especie de collage donde todo está mezclado, pero las partes dan al todo un sentido, sentido mismo que construímos cuando recogemos cada parte, cada pedacito y lo ubicamos ahí, en donde nos parece que tiene que estar. Después lo vemos y nos cercioramos de que ese es su lugar, que no podía ser otro. y cuando eso pasa, qué bien nos sentimos, porque no tuvimos que deshacernos de nada, que simplemente se trataba de recrear, de reformular. De reinventar.


Supongo que eso hacemos todo el tiempo. A veces sentiremos que se caen los pedazos. Y es así, a veces pasa. Pero, como dijo Cortázar... nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido, y hay que volver a empezar.

He vuelto. Estos últimos tres meses, me cambié de trabajo, me cambié de casa. Y yo cambié muchas cosas. Pensé en dejar este blog, en tirarlo. Pero me dí cuenta que aquí todavía estoy yo. Así como estoy en el trabajo al que renuncié, y en la casa de la que me fui. Supongo que en el fondo no importan los lugares, sino el lugar interno, íntimo. Ese donde se reorganizan nuestras piezas, en el todo de nuestra unidad. Para quienes creemos en la esencia... GRACIAS.


martes, 9 de julio de 2013

Genealogía de una bruja - Álbum ilustrado.


Pasó un buen tiempo desde que hice mi última reseña sobre algún libro. Esta vez, quiero hablar del álbum ilustrado Genealogía de una bruja, de Benjamin Lacombe y Sébastien Perez 





El álbum ilustrado es un género que cobró importancia más o menos desde los años '60, con el boom de la ilustración a color pero que está muy en boga estos días, inserto en  nuestra indiscutible cultura de la imagen.

Se caracteriza por combinar en una página texto e imagen, y en este caso tenemos como ilustrador al famoso Benjamien Lacombe, que se encargó de ilustrar este libro que es - para mí - una auténtica joya.



La edición consta de dos libros complementarios. 


"La pequeña bruja" cuenta la historia de Lisbeth, una niña que visita a su abuela todas las vacaciones y en uno de sus viajes descubre por qué tenía el don de poder terminar las frases de otros: Lisbeth era una bruja. Y su abuela, Olga, también.




Gracias a su poder de bruja, Lisbeth ayuda a aparecer a su amigo Edward, un niño tartamudo al que Lisbeth siempre ayudaba a terminar las frases, y la historia tiene su final feliz.




Es ahí donde entra en escena el segundo libro (mi preferido) que habla de toda esta estirpe de brujas, auténticas mujeres cuyas historias se combinan con grandes personajes de la humanidad, en donde se mezclan historia y fantasía, realidad y ficción. Es así como aparecen Juana de Arco, la madrastra de blanca Nieves, su abuela Olga y hasta la mísmisa mujer que se tranformó en la Mona Lisa como auténticas brujas. Al final de la genealogía, aparece ella misma, Lisbeth.





Una de mis más hermosas adquisiciones en materia librística este último tiempo. :) ésta es la contratapa.




Si les gustó este librito, pueden curiosear en el sitio en Facebook de Benjamin Lacombe.


Con color


Happiness by Carolina María



Hay días en los que nada parece imposible.
 
Y yo... Amo los días así.
 
 
 
 
 


   

domingo, 7 de julio de 2013

Sobre callar

Fuente: google



 Qué triste invierno para los que callan y no dicen. Qué desolación más abrumadora para los que saben y no comparten. Qué feo debe ser saber donde está el calor pero negarse a ir. Siempre creí que la angustia nos indica un camino, pero antes debemos aceptar algo. Siempre pensé que los nudos se desanudan y las manos se estrechan y sale como una cosita que hormiguea y es la energía. No hay que negarse a hablar de lo que uno necesita hablar. Simplemente eso. Sino, es como recluirnos a nosotros mismos en la nada. La nada como lugar horrible donde estar. Nada que no deja ser. Nada que solo calla. 




domingo, 16 de junio de 2013

REVOLUCIÓN





"La persona es su propia estrella; y el alma que puede
crear una persona honesta y perfecta,
dirige toda la luz, todas las influencias, todo el destino;
nada para ella aparece muy temprano o muy tarde.
Nuestros actos son nuestros ángeles, buenos o malos,
Nuestras sombras fatales que caminan a nuestro lado".

Ralph W. Emerson



Como el lobo que se escapa
y le aúlla a la luna



Como la bombita que explota,
excediendo sus propios límites.




Hay un experimento conductista donde le dan descargas eléctricas
a un perro, sin dejarlo salir de determinado perímetro.
Hacen esto durante días y días. Tal vez años.
El animal se acostumbra a estar en el mismo lugar, sabiendo que si se excede dos o tres metros más,
será castigado.Cuando llega un día donde abren las puertas de la jaula
y desactivan la electricidad, el perro ya no sale.

Ése es el experimento.

No pasa siempre así en la vida.
A veces pasa que tenemos un leve destello de verdad.
Y escapamos.


 Escapamos porque sabemos que nuestra piel está hecha jirones. Nos estiramos y volvemos a empezar,
porque sabemos que en el fondo eso de volver a comenzar
no es algo que nos signifique esfuerzos,
porque estamos comenzando de nuevo siempre... cada día.



"No dejes que lo malo te crezca. Lo feo es algo que, si permites, te crece en todo el cuerpo (...) Todos los días, mientras no estés muerta bajo tierra, cuando te despiertes, tendrás que tomar unas decisiones. Tendrás que hacerte esta pregunta: ¿Voy a creer todas las cosas malas que los tontos dirán de mí hoy? ¿Me entiendes?"



Cuando entendemos que nuestra vida es NUESTRA, cuando realmente comprendemos eso, si estuvimos atadas a cierto perímetro, invadidas de un ambiente energético negativo, creyendo cosas que no eran así en realidad, ahí es cuando nos vamos. Y no decimos adiós a nuestros detractores. Tampoco perdonamos, porque no hay nada que perdonar. Sólo nos lanzamos a la búsqueda de nosotras mismas.


A partir de ese punto, no existe vuelta atrás. Nuestra vida nos inunda desde todos lados, nos colma y nos excede. Comenzamos a ser lo que siempre fuimos en realidad.


Porque ya no tenemos miedo.
Porque la libertad... no es algo que se posterga.
Porque la vida no es "mas adelante",
cuando esté mejor preparada,
cuando tenga más plata,
mas salud, menos actividades,
la vida es AHORA.




Está sucediendo.

"La vida sola vale, no el haber vivido. El poder cesa en un instante de reposo; reside en el momento de la transición de un estado antiguo a uno nuevo, en el retoñar del golfo, o cuando se apunta a un fin. Este es un hecho que el mundo odia: que el alma deviene; por ello degrada el pasado por siempre, convierte todas las riquezas en pobreza, toda la reputación en vergüenza, confunde al santo con el pícaro, empuja igualmente hacia un lado a Jesús y a Judas".
Ralph Emerson


Todo sucede cuando sabemos permanecer en quiénes somos. Cuando podemos saber donde están nuestras raíces,  sabemos alimentarlas. Cuando no tenemos miedo de tocar la tierra. De ir hasta lo más profundo. Porque ahí está la vida. En la humedad de la tierra mojada.

Basta de postergarnos.


Y seamos... HOY.




Dedico este post a María, que sin conocerla, es una inspiración para mi.
Gracias por tus posts. Gracias por estar, por tus palabras y tus canciones.
Miles de abrazos, que siga esta amistad... :)

jueves, 30 de mayo de 2013

Manhattan (I)




Ella: Mira, allí está Saturno. Saturno es el sexto planeta
del sistema solar. ¿Cuántos satélites de Saturno puedes nombrar? Está Mimas, Titán, Dione, Hiperión...

Él: No puedo nombrar ninguno. Por suerte, nunca surgen en mis conversaciones.

Ella: Hechos. Sí, tengo millones de hechos en la punta de la lengua.

Él: Así es, y no significan nada, ¿verdad? Porque nada que valga la pena saberse puede ser entendido con la mente. Todo lo que en verdad es valioso debe entrar por una abertura diferente… si me perdonas el uso del asqueroso lenguaje figurado.

Ella: Yo no estoy de acuerdo. ¿Dónde estaríamos sin el pensamiento racional?

Él: Confías demasiado en tu cerebro. Yo creo que el cerebro
es el órgano más sobreestimado.

 

martes, 28 de mayo de 2013

Escuela para ciegos - Fernando Garriga


Hace poco más de un año, empecé a seguir un blog titulado Un mundo hecho de dogos y de Lauras. A simple vista, un señor al que no conocía narraba sus venturas y desventuras con la mujer a la que amaba, llamada como en el blog, Laura. Como las historias transcurrían en entregas y me gustaron, empecé a seguirlo. Después descubrí, no sólo que el bloggero en cuestión tenía un gran talento en lo que a la escritura se refiere, sino que además era un tipo de gran corazón. ¿Cómo lo sé? y bueno, son esas cosas que no se saben, que intuitivamente se saben, que percibimos a través de las letras tantos que solamente nos conocemos a través de estos blogs y que quizás - casi seguro - nunca lleguemos a vernos las caras.
Este libro llegó a mis manos después de enterarme que este buen señor, llamado Fernando Garriga, firmó contrato con una Editorial para una tirada de 200 ejemplares. Mi madre viajaba a Buenos Aires por la Feria del Libro y me apuré a pedirle uno. Y así termina esta historia.

La otra comienza con la lectura del libro, que me llena de satisfacción porque libros de una escritura tan honesta como ésta se ven pocas veces. A partir del primer cuentito (que leí en la puerta de la oficina de un contador en horario laboral) quedé muy enganchada. Todavía en la primera parte, ya adivino la humanidad detrás de cada uno de sus personajes. Libro que ya quiero mucho y por el cual estoy muy agradecida. Al igual que por una amistad hecha de letras, de paseos y visitas, que le da alegría al corazón.

Gracias, Garriga.



 Siempre que estoy en un lugar con paisaje y horizonte, pienso en los aborígenes. ¿Cómo sería su mundo cuando no estábamos nosotros, los españoles? ¡Qué perfecta sensación de inmensidad debían sentir cuando llegaban a esas playas! ¡Qué soledad! ¿Para ésto hicimos la conquista? ¿Para andar en quads? Algún día me gustaría escribir una novela sobre los aborígenes (...) Qué lindo debe de haber sido andar por aquí cuando no había llegado nadie a mearnos las orillas. A matar, a traer sus dioses y sus enfermedades. Leí que los tehuelches y los querandíes no se sometieron tan fácil. Debo averiguar. En eso se acercaron Regina y Ceci.

— ¡Ey! - me gritaron - ¿en qué estás pensando, escritora?
— Nada, en un cuento.
— ¿Estoy yo? - preguntó Ceci - ¿Aparezco en el cuento?

Me di cuenta de que me lo preguntaba en serio.


Fragmento de Costa del Este.










miércoles, 22 de mayo de 2013

Trudly, Madly, Deeply *










No me gusta cuando nos resistimos a lo que somos
sino cuando nos relacionamos con todo lo que es nuestro Ser.
No me gusta cuando negamos esas cosas que surgen,
tan de pronto, y nos condenamos al mutismo, involuntariamente.

Somos lo que elegimos ser, a cada instante
pero... ¿para que detenerse a pensar en eso?
Es ésto lo que soy, es ésto lo que me sale.

Quiero encontrarte pero antes debo encontrarme a mí:
ahí estoy, entre esos hilos de colores, esas hojas amaderadas,
esa sonrisa
quiero relacionarme con vos
desde la sincera alegría...
de éste corazón.




* Título de la canción de Savage Garden.
 Fotografías de Shlomi Nissim.

sábado, 18 de mayo de 2013

Jai guru deva om






Hubo un tiempo en donde no nos importaban
los trenes tardíos, las llegadas a deshora,
los horarios de mañana.

Quizás ese sea el anhelo:
una mente que ya no esté supeditada
a los "vaivenes temporalísticos"

Un ser sumergido en el vacío espacial
del no-significante.
Pero donde podemos ir
en busca del globo rojo que se perdió.

Porque en realidad no se perdió,
sigue ahí, en el lugar donde no nos esforzamos por encontrarlo.



Más allá de nuestras asperezas cotidianas,
sabemos que la vida busca su casa
en nosotros mismos, para reflejarla afuera.

- No es lo mismo estar solo que estar conmigo,
me dijo un amigo hoy.

Y no va a ser lo mismo mi tarde después de compartir con vos,
que si hubiera estado sola mirando la tele.

Uno es, también lo que es gracias al otro.
y la figura del otro, a veces demonizada, a veces rechazada,
no es más que un reflejo que nos dice cosas sobre nosotros mismos.

Lo que sostenemos en nuestro mundo,
es lo que somos.
También las cosas que rechazamos y dejamos atrás.

No hace falta seguir pataleando
cuando uno aprendió a flotar.



jueves, 16 de mayo de 2013

Pedacito de locura


Ella agarra el lápiz. Quire dibujar. No sabe qué. Deja el lápiz, se sienta al piano. Una melodía está por llegar. Lenta, parsimoniosamente. Las dudas la invaden. Llega la inquietud después. Ella necesita algo. No sabe qué. Pintar con otros colores, bailar la rumba en el techo, escuchar Radiohead.
La mente es inquieta y le miente. Pero ella siempre le creyó. Y un día cualquiera, enloqueció.


Paréntesis IV


"La locura de una persona es la realidad de otra". Tim Burton